¿Cómo evitar dañar las tarimas con el uso del montacargas?

Puede sonar a algo obvio, pero no resulta tan intuitivo como se podría pensar. Puedes acomodar un producto en la tarima, pero ¿está diseñada para sostener el peso de tal producto? Las pequeñas diferencias entre las dimensiones del material de la tarima y el diseño de su construcción, pueden hacer grandes diferencias en su capacidad de soporte de carga. Las tarimas sobrecargadas son más propensas a quebrarse, partirse o astillarse y son dañadas más fácilmente debido a un manejo inadecuado

Cuando se disminuye la velocidad se tiene más tiempo para espaciar adecuadamente las cuchillas y también para poner atención a lo que se está transportando. Además, al ir más despacio se previene que el mástil, las cuchillas u otras partes  impacten la tarima o la mercancía. Esto también ayudará a extender el tiempo de vida útil de tu montacargas. Los momentos de mayor importancia ocurren al elevar una carga y al hacerla descender

El daño más significativo que se le ocasiona a las tarimas es en los largueros. Estas son las piezas que unen la tarima, y una falla de los componentes puede conducir a una pérdida mayor en el soporte de carga. Este tipo de daño en particular es causado frecuentemente por el operador, al cargar y soltar la tarima prematuramente, lo cual empuja las cuchillas contra el larguero

Las tarimas no están diseñadas para ser arrastradas en el piso y el hacerlo puede agregar desgaste lateral en la misma afectando su capacidad de carga

Esto ocurre cuando las cuchillas del montacargas no son insertadas por completo a la tarima antes de ser levantada. Asegúrate de que el frente del mástil se encuentre lo más cercano posible a la tarima y a la mercancía, y de que la tarima no se asiente en las puntas de las cuchillas. Una tarima está diseñada para soportar el peso del producto mientras es transportado con las cuchillas completamente insertadas. Si no ocurre así, se aplica una presión excesiva en los tablones y en los clavos, conduciendo a una falla en el funcionamiento de la tarima

Al no insertar completamente las cuchillas, la tarima es más propensa a resbalarse y caer, sobre todo cuando es manejada de una forma apresurada

Las cuchillas son la parte del montacargas que frecuentemente causa daño a las tarimas. Las cuchillas deberían de encajar de manera uniforme en la tarima, sin hacer contacto con ninguna parte sino hasta elevar la carga. Cuando no están espaciadas de manera adecuada, podrían golpear los largueros de la tarima causando daño y afectando el el desempeño de la misma

Las cuchillas deberían de estar espaciadas lo mayormente posible, y también ser fácilmente introducidas en la tarima. Si el montacargas puede alinear la cuchilla de manera automática, entonces pueden ser extendidas después de entrar en la tarima. Si lo anterior se realiza manualmente, entonces extiende las cuchillas antes de entrar en la tarima. Todo esto permite que el peso de la tarima sea distribuido más uniformemente a lo largo de la superficie plana de las cuchillas. Proporcionando una mayor estabilidad y prolongando el tiempo de vida útil de la tarima

Esto es útil para la seguridad, no solo por que el operador estará más atento del alcance de la cuchillas, sino también porque la cuchillas estarán más visibles para quienes se encuentran alrededor

Además, al pintar las cuchillas en caso de que se presente algún daño la pintura podría desprenderse en las tarimas o en los productos, y de esta manera ayudarte a identificar la causa del mismo

Al igual que debes asegurarte de que el peso del producto sea distribuido de forma adecuada a través de la tarima, también debes de asegurarte de que las tarimas conserven la alineación al momento de apilarse

Este método no es tan rápido y sencillo como los otros, pero es extremadamente efectivo. Entre mayor espacio exista para operar
en el almacén, menor será la cantidad de obstáculos que el operador tenga que maniobrar para evitarlos

Asegúrate de que el piso se encuentre limpio y libre de residuos. Esto no sólo pone a los operadores en un riesgo latente, sino que también expone a las tarimas a un desgaste al rebotar entre las cuchillas